Viaje al centro de tu alma
Artículo original publicado en Atavist el 02/05/2020.
Sueña en casa
Una de las muchas iniciativas que ha surgido durante esta época de confinamiento, en este caso por parte de Sony. Con #PlayAtHome la marca nipona puso a disposición de sus usuarios dos juegos, bueno, en realidad cuatro: por un lado The Nathan Drake’s Collection, las tres primeras entregadas de Uncharted remasterizadas y en un único título para descubrir o revivir las a(des)venturas de Nathan Drake. No es mal momento, sobre todo ahora que parece que su salto al cine puede ser (por fin) una realidad.
La otra opción es precisamente el videojuego que motiva este artículo: Journey. El juego de thatgamecompany publicado en 2012 en PS3 es para muchos una obra imprescindible de la industria. Salta a la vista que no ha pasado el tiempo para la obra de Jenova Chen y su equipo, gráficamente funciona, artísticamente continúa siendo una delicia, la banda sonora es una delicia y la jugabilidad no se resiente, en parte por el repunte de usuarios este mes de abril gracias a la iniciativa de Sony.
Este aumento de jugadores en línea se antoja esencial para la experiencia jugable de Journey. Esta aventura nos permite controlar a un viajero grácil y ligero, sin más acciones posibles que moverse, saltar y emitir un sonido. Puede parecer limitado, pero son herramientas más que suficientes para avanzar y, sobre todo, comunicarte con tus compañeros de viaje.
Porque en Journey compartimos senda con otro jugador, otra persona conectada al juego, pero sin posibilidad de interactuar por chat de voz o de señalarle el siguiente objetivo con un botón. Aquí es necesario aprender a comunicarte en base a la observación y la escucha del otro. Resulta sorprendente cómo varía la comunicación en función del interlocutor, pero sobre este aspecto ya hablaré más adelante.

Recibimiento de la prensa
Antes siquiera de ver una sola imagen del juego, ya había escuchado y leído auténticas maravillas sobre él. Hacer esto puede suponer la renuncia a una aproximación inocente y libre de prejuicios a una obra, pero el potencial artístico de Journey es tal que excede cualquier argumento preestablecido. Por tanto, puedo incluir la opinión de algunos periodistas sobre este título tanto en el momento de su estreno como años después. Un ejemplo de su calidad y perdurabilidad, en definitiva, de la impronta que ha supuesto para el medio.
Xavi Robles de Eurogamer no dudó en ponerle un 10, cuando su medio todavía no había renunciado a las notas a la hora de analizar un juego. De todo lo bueno que resalta Robles es su reseña, quizá valga como resumen su última frase:
“Les doy mi más humilde y sincero agradecimiento por haber hecho Journey”.
Xavi Robles, 2 de marzo de 2012, Eurogamer
También en Eurogamer, el mismo mes de marzo de 2012, publicó Eva Cid su reseña sobre el título de thatgamecompany. Muy pocos pueden presumir de escribir mejor que ella y si hay un texto que recomiendo leer, sin duda, es el suyo. No estropearé ninguno de sus argumentos mencionándolos de forma indirecta, pero permitidme que cite dos que resumen el estado en el que me encontré una vez finalicé este juego:
“Journey es uno de los videojuegos más bellos que se han creado jamás, una de las experiencias más visualmente enriquecedoras que podréis degustar en sistema alguno”.
“Si buscáis ese algo más en los videojuegos, tenéis que jugar a Journey. Lo necesitáis”.
Eva Cid, 25 de marzo de 2012, Eurogamer
Para la redacción de AnaitGames también fue un rotundo 10. En un ejercicio tan original como oportuno para con el título analizado, este análisis en conjunto juega con la forma para aportar un fondo que refleja la experiencia de dos viajeros a lo largo de Journey:
“Journey es una flor en un desierto falto de oasis. Es una experiencia sobre todo lo que de verdad importa, sobre lo único que importa. Una ineludible cita con la retrospección, un espejo para reflexionar, hacer balance y, tal vez, mejorar. Un significante absurdamente bonito esperando el significado que le dará cada uno”.
Redacción de AnaitGames, 1 de marzo de 2012
También recibió un 10 por parte de Vandal. En el extenso análisis de Ramón Varela abundan las comparaciones lógicas con los juegos de Fumito Ueda, cabeza visible de Team ICO. Pero Journey logra ir más allá en su capacidad de trasladar al jugador a otro mundo:
“Journey te hace olvidar completamente que estás ante un videojuego. Y es curioso porque en este mundo hay muchas cosas sin gran explicación, irreales, y otras –incluso de jugabilidad- las vamos descubriendo sobre la marcha, pero todo manteniendo coherencia y sentido. ¿Por qué sabes que en un momento dado tienes que liberar un montón de trapos? ¿Cómo descubres que debes evitar ciertos peligros? Intuición”.
Ramón Varela, 1 de marzo de 2012, Vandal
La lista sigue y sigue. Sirva como última nota al pie esta aportación de Enrique Alonso, redactor de Eurogamer y presentador del podcast Antihype, todo un apasionado de Journey como ya ha hecho saber en este vídeo donde lo define como “el mejor juego de la historia” o en este:
Por último, no podía dejar fuera el análisis que hicieron en su día en bukku qui. Magnífico, como todos los de este canal:

Mi viaje
“La experiencia que ofrece Journey es tan placentera como compleja resulta de retratar con palabras, dada su escasa literalidad”.
Eva Cid, 25 de marzo de 2012, Eurogamer
Si para una de las mejores plumas del sector resultó difícil abordar la experiencia de Journey, no sé cómo podría hacerlo yo, pero intentémoslo. Pocos productos culturales han generado sensaciones tan plenas y placenteras como este videojuego. No necesita más de sus dos horas (hora arriba, hora abajo) de duración para ofrecer una miríada de paisajes, colores y estímulos imborrables. Journey deja huella. Es un viaje magnífico, tanto por su desarrollo como por su relevancia, un recorrido que excede por mucho todo lo que pueda ofrecernos la meta. Porque, como en todo buen viaje, el final no es el objetivo.
Cuidado, spoilers
De la paz que evoca el desierto al trepidante descenso por las dunas doradas bañadas por el ocaso. De la más oscura penumbra al viaje submarino. Del terror ciclópeo con tintes colosos al ascenso ocre entre puzles y medusas. De la más violenta de las ventiscas al más liviano de los vuelos. Todo en Journey respira mimo y cuidado. Todo en Journey apela a lo más profundo de tu ser.
Sirva de ejemplo para respaldar esta afirmación lo que pude vivir en primera persona. Pese a mi escepticismo inicial, me sorprendí secándome una lágrima antes de abandonar siquiera el desierto. Al epatante escenario rosáceo le sucedió una parte tan divertida que estuve tentado de pararme a aplaudir. Todo mi disfrute se tornó en sufrimiento ante la aparición de un peligro que sentí tan real como noto las teclas que me permiten generar este texto.
Una sensación que me acompañó hasta que, en mitad de una ventisca, escuché una voz. Afrontar el ascenso de la montaña solo hubiera sido una experiencia totalmente distinta si no llego a ir con mi acompañante. Aunque hubiese ido con otro jugador, no hubiera sido lo mismo. Su valentía en ciertos pasajes unida a mi comprensión del escenario nos ayudó a superar este muro níveo.
¿Y qué hay al final del viaje? Nada… y todo. En la cima de la montaña, tras una luz enceguecedora, no hay nada. Nuestro viajero emprende el camino de vuelta, cerrando el círculo y posibilitando el inicio del ciclo. Una nueva oportunidad. Nada ha cambiado en el mundo, ¿acaso ha sido todo una pérdida de tiempo? Todo lo contrario. Journey no nos pone en la piel de un elegido que deba hacer esto o aquello, somos un viajero que tras superar distintos obstáculos llega al final con la mochila cargada de recuerdos, experiencias y sensaciones. Todo lo que hemos vivido en el ascenso a la montaña es el auténtico tesoro.

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